¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE?
No ha sido definido, se el primero en definirlo
DEFINELO TU MISMOPero estas palabras estan cerca:
Rep. Dominicana
Dic  
8
 2007
Personaje abundante en Republica Dominicana que siempre hace el ridiculo de si mismo y que se cree lo que no es.
Manual para identificar un chopo.Tu estas cometiendo un acto chopistico si:
- Le has dicho adios a un avion cuando va pasando.
- Aplaudes cuando aterriza un avion.
- Guardas las latas de pasta de tomate para usarlas como jarro.
- Ves la lucha libre por television los domingos.
- Has ido alguna vez al Parque Eugenio Maria de Hostos o al anfiteatro de color vision.
- Si vas a la playa... te gusta que te hagan trensitas.
- Te metes al mar en leotardos y pantalones cortos.
- Bebes Don Ron.
- Cuando salio el Matatan lo viste como modelo a imitar.
- Usas las libretas Trapper Keeper para ir a la universidad.
- No te pierdes Sabado Gigante.
- Te mueres por salir en Ritmo Social.
- Cuando ves a un artista... le pides autografo.
- Has hecho tus compras en el mercado la pulga.
- Guardas las corbatas con el nudo hecho.
- Si eres hombre, te gusta andar en la casa sin camisa.
- Te dejaste los bositos mas de un año antes de afeitartelos por primera vez.
- Has usado pantalones chicle.
- Vas al cinema centro.
- Llevas en el retrovisor del carro un zapatito o un CD.
- Si te da por barrer... crees que la escoba es un microfono y cantas como yissett.
- Cuando ves la opcion de las doce... te identificas con algunos de sus personajes.
- En lugar de decir "chulo" dice "jevi"
- Te remangas los pantalones y las mangas de las camisetas.
- Tu idolo es Corporan.
- Tienes un porta placas con una cadena o luces de neon.
- Te gusta la Bachata.
- Dices Mochiffo en lugar de moschino??
- Viste rosa salvaje.
- Cuando se casaron Mijares y Lucero...lloraste.
- Usas guayaberas o camisas floreadas.
- Siendo hombre... usas tangas.
- Tienes algun tatuaje con la Virgen Maria.
- Te sacas los mocos en los semaforos.
- Te has hecho pipi en la ducha o en la piscina.
- Usas productos miss key.
- Usas palillos despues de comer y te sacas un pedazo de carne....y.
- Te la comes.
- Al tirarte fotos con amigos, sueles ponerles cuernos al que esta al lado.
- Al tirarte fotos te pones al lado de un buen carro, para cuando vean la foto usted decir que es suyo.
- Te has desayunado con alguna fritura en una esquina.
- Te pones la servilleta en el cuello.
- Tienes un perro que se llama Lady.
- Te dicen Junior.
- Cuando viajas te llevas champu, jabones y toallas del hotel.
- Forras cuadernos con fotos de artistas.
- Te gustaria tener el cabello de Daniela Romo.
- Usas Lemisol.
- Saludas a las personas con el saludo de Sammy Sosa.
- Te pones el beeper o el celular por fuera.
Rep. Dominicana
Rep. Dominicana
Version Dominicana del criquet. La plaquita es un deporte callejero el cual necesita de cuatros jugadores, dos por equipos. Se utilizan dos bates de baseball o un par de palos, una pelota, un par de guantes (no indispensable).
Se puede jugar a mano pela' y un par de placas de vehiculos o chapas de registracion (casi siempre tumba'),se gana por el que tenga mas carreras.
Se colocan las placas luego de doblarlas en forma de "C" a una distancia prudente entre 30 a 40 pies, en la parte delantera de la placa se dibuja un triangulo o un semi-circulo de acuerdo al gusto de los jugadores, normalmente con un callao' o cualquier piedra que pueda marcar el suelo, ojo!!, no se puede jugar en calle mala (sin asfalto). Si no se esta al turno en el bate se debe siempre tener la punta del bate dentro del home (el triangulo o semi-circulo) sino el contrario puede tumbar la plaquita y es es un out.
Cada ronda tiene un limite de tres out como en la pelota.
Para anotar las carreras hay que correr de un extremo al otro, es la regla, auqnue algunos sufren de hacer coca cando vueltas en el medio y contado de 10 en 10 en vez de hacerlo de dos en dos como es correcto.
Se utilizan dos opciones de carreraje, a 100 carreras o a 200, casi siempre cuando es a 200 no se corre de extremo a extremo, sino que los bateadores se paran en el medio de las dos plaquita y empiezan a dar vueltas y asi anotan carreras.
Este juego tambien tiene su parte mas emocionante, cuando en medio del juego los que estan aguantando dicen "TE LA COMPRO" o los que estan batiando dice "TE LA VENDO", es un reto pues al decir cualquiera de estas frases y el contrario acepta, los bateadores cambian de posicion, el que esta mas cerca del comprador voltea su plaquita hacia el lado del comprador, y compañero del otro extremo se mueve hacia el medio de las dos plaquitas, en este momento el comprador se aleja y a una distancia acordada entre el vendedor y el comprador de la plaquita el que esta aguantando le picha con una malafe enorme que si agarra la placa casi siempre la dobla. Pero si no le da, el equipo que esta batiando tiene dos oportunidades de botar la bola. Normalmente cuando le dan a la bola, cuando compran la plaquita, le dan durisimo y si no ganan quedan cerca del carreraje necesario para ganar.
NOTA: "Si no quieres que el dueño de las plaquitas se quille, no le des a la plaquita con el bate al final del juego".
OBSERVACION: Si el juego es a 100 carreras y tu llegaste al carreraje para poder decir "Gane" recuerda tumbar ambas placas con el bate. Si no lo hacen y el equipo que esta aguantado tiene el chance de batear si le completan los tres out tumbando una o las dos placas. Si en el chance que le toca al equipo contrario, anota las carrerras necesarias para ganar y tumban a tiempo sus placas, ganan, si no entonces ganan los idiotas que no tumbaron antes sus plaquitas a tiempo.
Rep. Dominicana
Rep. Dominicana
Partido Revolucionario Moderno, fundado en 2014 y constituido en el principal partido de oposición de la República Dominicana. Se formó tras la fusión de la Alianza Social Dominicana (del Dr. José Rafael Abinader) con un sector separado del Partido Revolucionario Dominicano, encabezado por los liderazgos de Hipólito Mejía y Luis Abinader. En sus inicios se conoció como "Partido Revolucionario Mayoritario". Su emblema es una mano con el pulgar arriba, y sus colores son blanco, azul y amarillo mostaza.
El Partido Revolucionario Moderno parecía destinado a corregir el grupismo y las luchas de tendencias que caracterizaron al PRD, sin embargo casi desde su misma fundación el PRM resultó ser una agrupación política con iguales divisiones internas que el partido blanco. Se definen en él corrientes enfrentadas, divididas por ambiciones políticas y económicas, que apoyan cada una a su "cacique" local o de los cuadros dirigenciales del partido. Estas pugnas internas motivadas por la codicia del poder han provocado incluso asesinatos de candidatos entre sus propias filas, como el de Mateo Aquino Febrillet (algunos militantes perremeístas han llegado al colmo de culpar al PLD de este crimen).
En el terreno electoral, la principal característica del PRM es su insistente confrontación con toda opinión personal o institucional que parezca darle la razón en cualquier aspecto a la gestión gubernamental del PLD, en especial a la encabezada por el Lic. Danilo Medina. Este enfrentamiento llega a los terrenos del absurdo, registrándose por ejemplo en la campaña electoral del 2016.
El PRM se atribuye alegadamente la bandera de la honestidad y la legalidad, en contraste con los actos de corrupción en los gobiernos peledeístas. Sin embargo la mayoría de sus miembros proceden de la corriente conocida como PPH, que demostró una voracidad y corrupción sin límites en el período 2000-2004 y sin embargo sus militantes, de corta memoria, parecen obviarlo como si nunca hubiera ocurrido. De hecho, a la mayoría de los dirigentes del PRM se les ve en la cara su intensa obsesión por encaramarse en el poder, coger "lo suyo" y no soltarlo (exactamente lo mismo que ellos critican en el PLD).
También el PRM se conoce por su torpe e irreflexivo estilo de oposición, por su complejo de víctimas, por tratar de alentar el desorden para aprovecharse de él y pescar en río revuelto, y por intentar acomodar la realidad cuando ésta no le favorece. Aprovechan la impulsividad y falta de confiabilidad de la información en las redes sociales para fabulación de su propia "realidad" en la que el gobierno peledeísta es culpable de todos los males que a ellos les pasen. Para esto cuentan con un ejército de militantes en el ciberespacio que a la mínima acusan de "peledeísta" y "comecheques" a cualquiera que no coincida con sus ideas o intereses, y que sistemáticamente culpan al gobierno de Danilo Medina de todo hecho negativo que ocurra en el país, aunque éste no esté relacionado con él.
Este intento de manejo y descrédito de los hechos por parte del PRM empezó desde la misma organización de los comicios: constantemente se dedicaron a exigir condiciones a la Junta Central Electoral, a ver si se las negaban y así poder quejarse y alegar elecciones ilegítimas. Sin embargo, todas sus exigencias fueron concedidas por la JCE, y cuando no tuvieron más remedio, decidieron obstaculizar la transmisión de los resultados electorales.
El PRM pidió que las cifras oficiales provinieran del conteo manual de votos (lo que se les concedió) con la finalidad de facilitar el atraso en el conteo y sacar gente a las calles a "celebrar" la "victoria" antes de que se conocieran los resultados; así podrían declarar "fraude" cuando se viera la ventaja de Medina. Sin embargo, sus planes se frustraron con la rápida transmisión de los resultados no oficiales provenientes de los scanners electrónicos. Al ver los resultados desfavorables, el PRM protagonizó el pataleo más grande de la historia electoral dominicana, no le quedó más que acusar de complicidad. A través de las redes lograron lavarle el cerebro a muchas personas, haciéndoles creer que de verdad Luis Abinader había ganado las elecciones y que el triunfo le había sido robado, a pesar de las innumerables encuestas que daban a Medina como ganador con más del 60% de los votos (y que el PRM declaró "compradas" a pesar de que provenían de empresas extranjeras independientes).
Aún se ven en las redes sociales elementos incendiarios del PRM, movidos por la frustración de la derrota, llamando a "salir a las calles" y "darle un golpe de estado" a Medina. Otros lo hacen desde sus posiciones de periodistas, como Juan Taveras Hernández.
PRM=PPH
Rep. Dominicana
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
México
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
DENOTANDO FRAUDE - Me chingaron
ROBO - Me (la/lo) chingaron
IGNORANCIA - Sepa la chingada
AMENAZA - Te voy a chingar
PRESUMIR - Soy el más chingón
DISTANCIA - Hasta la chingada
DESPRECIO - Vales para pura chingada
CELOS - Con quién chingados estabas?
INCONFORMIDAD - Son chingaderas!! Ya ni la chingan...
PETICION - Vete a la chingada
CALIFICATIVO - Chingaquedito
HOSTILIDAD - Y tú quién chingados eres??
FRUSTRACION - Ah que bien chingas!!!
TERMINAL - Ese ya chingó a su madre
INCERTIDUMBRE - Y no nos irán a chingar??
ORDEN- chingatelo
CERTEZA - Ya nos chingaron
ADVERTENCIA - Síguele y te va a cargar la chingada
INCOMPETENCIA - No sé que chingados hacer.
DISCRECION - Chingao
ENOJO - Que vaya y rechingue a su madre
COMPASION - Que fea chinga le metieron
TRIUNFALISMO - Ya chingué
DERROTISMO - Me chingué
HUMORISMO - Está bien que chingues pero... a tu madre la respetas!!!
DESPEDIDA - Vámonos a la chingada
CHISME - ¿Supiste a quién se chingaron ayer??
ADMIRACION - Tá chingón!!!!
ANTIMODERNISTA - Que chinguita con los celulares
INCREDULIDAD - Ah!! chingá, chingá, chingá!....
ABURRIMIENTO - Pos ah, que la chingada
DENOTANDO UN ERROR - Está de la chingada
México